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Formas de trabajo

¿Cómo atraer y retener al talento en Data?

08/11/2022
La clave está en construir un entorno de trabajo basado en la motivación. Exploramos la importancia de conceptos como el propósito, la autonomía y la maestría en una compañía dedicada a la tecnología

La situación actual del mercado laboral en el sector tecnológico está viviendo una auténtica revolución. Por un lado, el cambio de prioridades de muchas personas y la búsqueda de un propósito más allá del ámbito laboral -pero también dentro de éste- está provocando la llamada “Gran Renuncia”, un proceso por el cual un gran número de trabajadores están abandonando o cambiando su empleo. Las personas buscan, cada vez más, empresas que compartan sus valores, puestos de trabajo que les proporcionen más tiempo para dedicarlo a otras tareas, o alternativas de trabajo a distancia. Además, este cambio de prioridades también atañe a la responsabilidad de la empresa con su entorno, ya que cuestiones como la ética, el compromiso con la sociedad, el cuidado del planeta o la mayor consideración a las demandas de los trabajadores pesan cada vez más en la elección del puesto de trabajo.

Por otro lado, la desconfianza de los inversores y el fin del dinero fácil, que ha frenado la financiación de empresas que crecen sin retorno de inversión asegurado, provoca despidos masivos en las compañías para evitar las consecuencias de la inestabilidad económica, social y política actual -inflación, guerra o escasez de suministros, entre otros-. Por si no fuera suficiente, en el ámbito de los datos y la tecnología nos enfrentamos a la escasez de personal y la feroz competencia por atraer y mantener a perfiles profesionales expertos en ciencia de datos y aprendizaje automático (Machine Learning).

Frente a esta situación, la solución es muy simple y a la vez muy compleja: construir un entorno de trabajo que se apoye en la motivación de sus trabajadores.

El primer punto y más básico para que cualquier profesional se sienta motivado es pagar a las personas de forma adecuada y justa. Pero solo con esto no tendremos la jugada ganada, más aún considerando lo que esperan nuestros profesionales. Basado en los tres pilares de la motivación de Daniel Pink1, os cuento el resto de aspectos a tener en cuenta: propósito, autonomía y maestría.

Propósito

El propósito es uno de los asuntos clave que influyen en la decisión de renunciar a un trabajo o empezar uno nuevo. Nuestros profesionales tienen que ver sentido a su trabajo. No vale con ofrecerles dedicar tiempo a tareas cuyo objetivo no entienden. No vale generar un ciclo tortuoso en el que no puedan comprobar el valor que están aportando a la sociedad. No vale con crear una empresa orientada exclusivamente a ganar dinero ignorando los valores actuales de la sociedad, como son la sostenibilidad, la equidad, la justicia, la inclusión, el empoderamiento o la conciliación, por poner algunos ejemplos.

Si dotamos a los profesionales de un propósito que les haga estar motivados asociarán sus deseos a una causa que va más allá de ellos mismos. Se trata de un aspecto clave para la compañía, puesto que al compartir un mismo propósito, las personas que la componen tendrán más confianza en las decisiones tomadas, se sentirán más comprometidas y estarán interesadas en sumar esfuerzos.

Autonomía

La autonomía que buscan los profesionales del ámbito de los datos y la tecnología aplica a diferentes ejes:

  1. Trabajo: resulta imprescindible que los trabajadores participen en la creación de la visión y la misión de su actividad. Cuando nos enfrentamos a un problema, las personas que van a dedicar su tiempo a resolverlo deben contribuir desde el momento inicial de conceptualización de la solución. Si no tienen capacidad de influencia pueden llegar a frustrarse por no haber aportado su conocimiento en la búsqueda de una solución mejor que lo que se ha ordenado, provocando un profundo sentimiento de desánimo. Igual de importante es que el entorno de trabajo minimice lo máximo posible las dependencias, de tal forma que su trabajo no se vea paralizado por la espera de otro equipo. De esta forma conseguimos equipos con capacidad total sobre el proceso de entrega, lo que les hace aumentar el compromiso y la responsabilidad en su trabajo. En BBVA AI Factory queremos conseguir la mayor autonomía posible incorporando capacidades que nos permitan cubrir los procesos de principio a fin. De esta forma, hemos conseguido reducir el número de interacciones con otros equipos aunque seguimos manteniendo aquellas que nos ayudan a cumplir con las directrices y recomendaciones marcadas por el grupo BBVA.
  2. Tiempo y lugar: la pandemia ha revolucionado el mercado haciendo que diferentes grados de teletrabajo sean una realidad en muchas empresas. Tal y como se ha demostrado en nuestro sector, podemos seguir trabajando perfectamente aunque no estemos físicamente juntos todo el tiempo. Es por ello que muchos profesionales buscan vincularse con una compañía que les ofrezca flexibilidad para decidir el momento y el lugar desde donde trabajar, poniendo el foco en los resultados y no en la presencialidad como valor en sí misma.
  3. Equipo: los profesionales quieren elegir con quién trabajar. Por esa razón es tan importante llevar a cabo procesos de selección en los que participen perfiles profesionales con diferentes cargos y roles, que aseguren que se cubren los requisitos en cuanto a habilidades pero también sepan representar correctamente a la empresa y al equipo, y transmitir su cultura y valores. Tanto los equipos de trabajo ya configurados como las nuevas incorporaciones necesitan saber con quién van a trabajar y compartir su tiempo. Para la persona que se incorpora, estos procesos son positivos porque tiene la oportunidad de conocer previamente a muchas personas dentro de la compañía -ocho compañeros como mínimo en el caso de BBVA AI Factory- y no sólo a su responsable. Además, las decisiones se toman de forma colegiada.
  4. Técnica: como responsable de un equipo, olvídate de determinar la técnica que hay que utilizar para cumplir con el objetivo marcado. Los integrantes del equipo tienen que hacerse responsables de la implementación de la solución y sentirla suya, de forma que también se genere cierto compromiso respecto al resultado.

Maestría

En una compañía que se dedica a crear productos basados en IA, los entornos tecnológicos en los que se trabaja resultan cruciales, no solo para desarrollar estos productos, sino también para acompañar en el crecimiento profesional de los trabajadores. Por esta razón es tan importante tener la posibilidad de explorar con las técnicas más vanguardistas y utilizar soluciones tecnológicas que surgen y maduran cada vez más rápido.

Igualmente, es fundamental ofrecer diferentes caminos de crecimiento adaptados a los intereses de los empleados, y que cada nivel esté definido con sus objetivos, rango salarial, responsabilidades y aptitudes necesarias. Este proceso de crecimiento debe ser transparente y permitir a cada empleado participar de él sin intermediarios. Así mismo, la maestría también se fomenta dotando a los profesionales de capacidad de formarse libremente. Tener un presupuesto personal para dedicarlo a un curso, libro o conferencia con la que puedan actualizarse es clave. Si además ofreces facilidades para realizar esa actividad de formación dentro del horario laboral, permitiendo conciliar la vida personal y profesional, mejor que mejor.

La innovación juega otro papel fundamental. Los papers son los ladrillos con los que se refuerzan los cimientos de nuestro conocimiento. No tener un espacio para la investigación y difusión de estos ladrillos es cómo impedir que un leñador pueda afilar el hacha con la que trabaja. En BBVA AI Factory hemos puesto en marcha recientemente un programa de innovación interna, llamado X-Program, en el que todas las personas pueden participar diseñando prototipos funcionales susceptibles de convertirse en nuevos productos. Esta manera de gestionar la innovación nos ha hecho merecedores de un importante reconocimiento otorgado por Fast Company, obteniendo el premio al mejor lugar de trabajo para innovadores en la categoría de pequeñas empresas (menos de 100 empleados), así como el puesto número 40 en la lista general.

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