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Noticias - 12/12/2022

Off-site BBVA AI Factory: definiendo nuestros valores

El pasado mes de octubre celebramos un off-site con el propósito de establecer nuestros valores de compañía, que se suman a los generales del Grupo BBVA.
Click para expandir / El equipo de BBVA AI Factory al completo, justo antes de terminar el off-site.
El equipo de BBVA AI Factory al completo, justo antes de terminar el off-site.

En BBVA AI Factory creemos que el trabajo en equipo es clave para el éxito. También, que compartir tiempo fuera del entorno de trabajo habitual crea nuevos lazos y aumenta nuestra motivación. Por esta razón, hace unas semanas celebramos un off-site lejos de la oficina, donde realizamos diferentes actividades durante dos días. Además, teníamos la tarea de establecer los valores específicos que nos definen como compañía, complementando nuestros valores principales como empresa del Grupo BBVA: “el cliente es lo primero”, “pensamos en grande” y “somos un solo equipo”.

Los valores son una guía que nos ayuda a la hora de tomar decisiones o afrontar nuevos retos. Son una síntesis de cómo somos y determinan la manera en la que hacemos las cosas, pero también pueden orientarnos para decidir qué es importante y dónde ponemos el foco.

El off-site empezó unos días antes de llegar a la fantástica casa rural donde nos hospedamos, en algún punto en la frontera entre Madrid y Guadalajara, un paisaje caracterizado por su relieve montaraz, valles profundos y páramos calizos. Como decíamos, todo empezó previamente, con el ejercicio individual de pensar en aquellos valores que eran importantes y hablaban de nosotros. Nada más llegar, nos dividimos en cinco equipos de unas diez personas y nos pusimos a buscar todos estos valores, conceptos e ideas que nuestra compañera Bea Cano, magnífica scrum master del off-site, había distribuido por la casa y su entorno. ¡Había más de 90!

Vistas desde la casa rural.

Una vez recopilados, los agrupamos en clusters y debatimos sobre ellos. Al tratarse de ideas que habíamos planteado nosotros mismos, tuvimos la oportunidad de explicar mejor su significado al resto. Finalmente, nos quedamos con cinco valores generales, que integraban varias ideas que surgieron durante esta primera parte del off-site. Conoce los valores y principios que definen nuestro ADN en este artículo.

A partir de aquí, la segunda parte consistió en convertir los valores en comportamientos. Este ejercicio resultó muy útil, ya que los Valores, como los grandes conceptos e ideas, son perfectos y poderosos, pero en la vida real hay que hacer un esfuerzo para adaptarlos a cada caso y lidiar con las contradicciones. Cada equipo se encargó de dotar de sentido y definir mejor uno de los Valores elegidos. Los enfoques resultantes se debatieron extensamente entre todos, aportando nuevas perspectivas. El éxito de este off-site lo reconocemos en estos momentos. Algunas personas aportaban matices que enriquecían y completaban el valor; otras hacían advertencias sobre las expectativas, preocupándose porque el debate no se alejara demasiado de un equilibrio sano entre todo lo que queremos y aquello que está en nuestra mano; también se expresaron sentimientos y se acercaron posturas. Al final, todos participamos en un momento u otro.

La aplicación de los valores a diferentes situaciones cotidianas, y, por tanto, la expresión de estos valores en comportamientos, la experimentamos realizando un pequeño teatro informal. La idea era sencilla: cada equipo tenía que representar una misma situación de dos maneras distintas. La primera sin aplicar el valor, y la segunda teniéndolo en cuenta en la forma de actuar.

Esta última parte fue de las más divertidas, y nos permitió descubrir algunos dotes ocultos de interpretación. También pasamos muy buenos ratos en las actividades lúdicas que realizamos al aire libre. Tiro con arco, lanzamientos a canasta, una carrera con bicicletas y globos o unas partidas de croquet, todo al nivel AI Factory, es decir, ¡imparables! Aunque tenemos una salida muy fuerte, y eso hace que pronto necesitemos tomar un respiro, acompañado de unas bebidas. Por cierto, nos dió tiempo a bailar y cantar en un karaoke, donde descubrimos más talentos ocultos.

Antes de marcharnos, nos reunimos para otorgar el premio del off-site al equipo que había acumulado más puntos con la participación en las diferentes actividades -también nos gusta la competición-. Sin embargo, aunque un reconocimiento siempre es un aliciente, en este caso acordamos que el premio debía ser para el equipo de BBVA AI Factory al completo. Y si tenía que ser para alguien en concreto, sin duda sería para nuestra magnífica scrum master, por guiarnos y conseguir cumplir con los tiempos establecidos.

Gracias por leernos, como siempre, y ¡felices fiestas!